EL CUERPO COMO INSTRUMENTO DE PERCUCION.
La utilización de nuestro cuerpo como instrumento de percusión
posibilita:
1.
El desarrollo del sentido rítmico.
El ritmo es la ordenación temporal del movimiento sonoro,..
De esta definición partimos para pensar que la percusión corporal es muy
recomendable para desarrollar este sentido rítmico que todos poseemos, ya que
implica entrenar las capacidades de coordinación espacio-temporal.
En este sentido podemos trabajar:
a)
Esquemas rítmicos variados de progresivo grado
de dificultad: en compás binario, ternario, tétrico, anacrúsico.
b)
Modos rítmicos (pulso, acento, subdivisión) de
una canción o fragmento musical utilizando el cuerpo global (con
desplazamiento) o por parte de él (con percusiones) y su reconocimiento.
c)
Diferentes células rítmicas sobre una unidad de
pulsación.
d)
La práctica del ostinato.
2.
Conocer conceptos de:
a)
Tiempo: Rápido-lento.
b)
Matrices agóricos: acelerando.-retardando.
Siguiendo con diversas partes del cuerpo los ‘’Tempi’’ que
se escuchen, procedentes de diferentes fuentes sonoras (Música grabada, piano…)
3.
Desarrollar destrezas necesarias para la
coordinación de movimientos.
Ello nos permitirá la práctica y preparación previa de
ritmos, antes de ejecutarlos en los instrumentos.
4.
La improvisación al tener el cuerpo un gran
margen de creación; la manipulación del sonido; la percepción y análisis del
sonido; los juegos musicales; la planificación estructural de una pieza; etc…
5.
La introducción de las grafías no
convencionales, creando con ellas partituras que sean reflejo de una
improvisación sonora corporal que ha llegado a cierto grado de estructuración.
6.
La Lectura de grafías rítmicas convencionales
con el cuerpo.
7.
Sonorizar cuentos, poesías, adivinanzas,
dramatizaciones (desde invención de pequeñas escenas hasta fragmentos
teatrales).
En lugar del lenguaje hablando se
utilizan sonidos corporales.
8.
El seguimiento de una audición musical,
acompañando con palmas el pulso o el ritmo de la obra.
9.
El poder acompañar rítmicamente una danza fijada
o una coreografía creada por los propios niños. No podemos olvidar que la línea
entre música y movimiento es tan estrecha que puede llegar a constituir una
entidad inseparable.
Si nos preguntamos que es un instrumento
musical para un niño, podríamos pensar que quizás en un principio sea un objeto
extraño a él. Partiendo de esta idea, la percusión corporal nos puede ayudar a
que pierda el temor a esa primera aproximación y a que se cree entre ambos
(niño e instrumento), una relación de identificación, como si el instrumento musical
fuese una prolongación de la personalidad del propio niño.
Hacer música con el propio cuerpo,
individual o en grupo tiene para el niño, un atractivo y satisfacción especial
al poder sentir y asumir la función de verdaderos protagonistas e intérpretes.
La percusión corporal es un medio de
expresión natural que nos da a conocer nuestros sentimientos rítmicos.
En definitiva, la percusión Corporal es una
forma diferente de vivir, aprender y comprender la música.
La utilización del cuerpo como instrumento
musical Puede- debe- hacerse en cualquier nivel de la enseñanza musical y serán
los propios enseñantes o alumnos los que establezcan las necesidades de
proporción en cada caso. ( tomado de: https://dspace.usc.es/bitstream/10347/513/1/pg_090-095_adaxe10.pdf
)
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